La interfaz gráfica de usuario (GUI) es un tipo de interfaz de usuario que permite a los usuarios interactuar con dispositivos electrónicos a través de imágenes e iconos en lugar de interfaces basadas en texto y comandos. A través de una GUI, el usuario puede controlar el dispositivo señalando y haciendo clic en elementos gráficos como iconos, menús y botones. Está diseñada para ofrecer al usuario una forma cómoda e intuitiva de trabajar con el dispositivo.
El desarrollo de interfaces informáticas comenzó a principios de los años 60 con interfaces basadas en texto, como la interfaz de línea de comandos (CLI). A mediados de los 70, empezaron a surgir alternativas más fáciles de usar, entre ellas la Interfaz Gráfica de Usuario (GUI). En la actualidad, la GUI es la forma más utilizada de interacción usuario-ordenador.
En una GUI típica, el usuario interactúa con el dispositivo moviendo el cursor por la pantalla con un dispositivo señalador, como un ratón o un trackpad. A continuación, puede interactuar con el dispositivo seleccionando una acción pulsando un botón o seleccionando un comando de un menú. Estas acciones suelen implicar hacer clic en elementos gráficos como ventanas, botones e iconos. El objetivo de una GUI es permitir a los usuarios controlar y trabajar fácilmente con un dispositivo sin tener que preocuparse de la tecnología subyacente.
El desarrollo de las interfaces gráficas de usuario ha permitido a personas sin experiencia en programación interactuar con los ordenadores. Esto ha facilitado el uso de ordenadores y otros dispositivos a personas de todo tipo y ha contribuido a allanar el camino para el uso generalizado de los ordenadores en la vida cotidiana. Además, las GUI han permitido un desarrollo más rápido y eficiente de software y programas complicados.
Hoy en día, las interfaces gráficas de usuario se encuentran en una amplia gama de dispositivos, desde ordenadores de sobremesa y portátiles, teléfonos inteligentes y tabletas, hasta sistemas de entretenimiento doméstico y equipos industriales. Se han convertido en la forma habitual de interactuar con ordenadores y otros dispositivos.