Endpoint Detection and Response, comúnmente abreviado EDR, es un tipo de sistema de seguridad que emplea varias tecnologías como sensores, protección de puntos finales y visibilidad de puntos finales para detectar actividades maliciosas o comportamientos sospechosos en una red. Está diseñado para proporcionar a una organización capacidades mejoradas de supervisión, detección, investigación y respuesta.
El sistema funciona cuando se detecta una actividad sospechosa o contenido malicioso, y se envía una alerta al equipo de seguridad o al personal informático. Esto permite una respuesta más rápida a las amenazas potenciales. Los EDR también recopilan y almacenan datos relacionados con la seguridad, como registros de seguridad de puntos finales, conexiones de red, actividad del sistema y acciones de los usuarios. A continuación, el equipo de seguridad o los sistemas automatizados analizan estos datos para identificar con mayor precisión posibles incidentes y actuar en consecuencia.
El objetivo de los sistemas de detección y respuesta para puntos finales es proporcionar una mayor seguridad a las organizaciones, permitiéndoles detectar, responder y remediar mejor las ciberamenazas. Es similar a los sistemas de detección de intrusiones (IDS), pero se centra en los dispositivos de punto final, como portátiles, ordenadores de sobremesa y dispositivos móviles, en lugar de sólo en las redes. Además, algunas soluciones EDR pueden emplear una forma de inteligencia artificial para automatizar la detección y respuesta a las amenazas.
La EDR ha adquirido cada vez más importancia en el panorama de la ciberseguridad a medida que las organizaciones se enfrentan a ciberamenazas más avanzadas. Es esencial para la protección de activos, datos y sistemas críticos, garantizando la seguridad de la infraestructura digital de una organización.