Proceso zombi

Un proceso zombi es un proceso informático inactivo que ha quedado "muerto" entre su ejecución y su finalización. Es el resultado de un proceso que ha terminado su ejecución, pero el proceso padre todavía tiene el estado del proceso marcado como en ejecución. El proceso no puede ser matado porque ya ha terminado, pero el proceso padre no se da cuenta de ello y aún conserva algunos recursos de procesamiento.

El término proceso zombi se acuñó por primera vez en 1978 en el libro clásico de Brian W. Kernighan y Dennis Ritchie The C Programming Language, y deriva del concepto de zombi en el folclore: un cadáver animado que sigue vagando y causando estragos después de haber sido asesinado.

Los procesos zombi pueden potencialmente causar efectos negativos significativos en un sistema informático. No pueden ser eliminados a través de métodos normales, ocupando valiosos recursos de RAM y del sistema; peor aún, los procesos zombis pueden provocar caídas del sistema si hacen que éste se quede sin memoria.

Existen algunas herramientas en línea que ayudan a identificar y eliminar procesos zombis. En Linux y sistemas operativos similares a Unix, estas herramientas incluyen el comando ps con el indicador -Z para encontrar zombis; el comando pkill, que termina los procesos por su nombre; y el comando top para identificar y matar procesos por su ID. En Windows, el comando tasklist se utiliza para listar los procesos y su estado, lo que permite a los usuarios detectar procesos suspendidos o zombis.

Los procesos zombis pueden evitarse habilitando una comunicación adecuada entre padres e hijos, de modo que cuando finalice un proceso, también se notifique al proceso padre. También es importante supervisar los procesos y asegurarse de que no superan los tiempos de ejecución previstos.