Los web injects, también conocidos como ataques cross-site scripting (XSS), son un tipo de código malicioso utilizado por los ciberdelincuentes para inyectar o "meter" código no deseado en las páginas web.
El objetivo de las inyecciones web es alterar una página web legítima para obtener acceso a información del usuario, insertar scripts y descargas maliciosas y difundir publicidad no deseada. Los atacantes pueden inyectar su propio código en las páginas web, como HTML, JavaScript y otros tipos de código. Este código suele estar diseñado para ser malicioso y puede utilizarse para redirigir a los usuarios a sitios web fraudulentos, insertar anuncios o perturbar el funcionamiento del sitio.
Las inyecciones web pueden utilizarse para atacar prácticamente cualquier tipo de sitio web, incluidos los servicios bancarios y financieros, los sitios de comercio electrónico y las pasarelas de pago en línea. Los atacantes suelen atacar sitios web con medidas de seguridad deficientes, como el uso de protocolos de seguridad obsoletos o que no disponen de suficientes cortafuegos.
Hay varios tipos de inyecciones web que incluyen inyecciones web del lado del cliente, del lado del servidor y del lado del cliente-servidor. En el caso de las inyecciones del lado del cliente, los atacantes insertan directamente código en el formulario HTML de un sitio web para acceder a información confidencial. Las inyecciones del lado del servidor implican la inserción de código malicioso en aplicaciones o servidores web para acceder a los recursos protegidos de un sistema. Las inyecciones Web cliente-servidor consisten en combinar código malicioso del lado del cliente y del lado del servidor en un único script malicioso.
Para protegerse contra los web injects, los sitios web deben estar protegidos y todo el software debe mantenerse actualizado. También se recomienda utilizar un cifrado y una autenticación potentes al transferir datos por Internet. Además, los webmasters deben utilizar prácticas de codificación seguras y validación de entradas para detectar cualquier actividad maliciosa.