El Modo Seguro es un estado especial de diagnóstico de un sistema operativo (SO), en el que éste se limita a un conjunto de funciones y servicios básicos, sin aplicaciones ni procesos en segundo plano. Está diseñado para ayudar a diagnosticar y solucionar problemas del sistema operativo, como configuraciones de arranque dañadas o controladores de hardware que no funcionan correctamente.
En Modo Seguro, el usuario no tiene acceso completo a todas las opciones disponibles del sistema, controladores y programas; sin embargo, aún pueden realizarse ciertas tareas, como ejecutar utilidades, desfragmentar o activar la herramienta de recuperación integrada en el sistema. Dependiendo de la versión del sistema operativo y de la configuración, el modo seguro puede iniciar automáticamente ciertas aplicaciones, como un escáner antivirus, o pedir al usuario que elija entre una lista de opciones, como iniciar en modo seguro con funciones de red o la última configuración buena conocida.
El modo seguro no está activado por defecto. Para acceder a él, el usuario suele tener que pulsar una combinación de teclas en la pantalla de bienvenida de la BIOS durante el arranque o a través de un menú dentro del propio sistema operativo. El método exacto varía según el sistema operativo y suele implicar una secuencia de teclas o una combinación de teclas concreta.
El Modo Seguro puede ser útil cuando te enfrentas a cualquiera de los siguientes escenarios:
- Aplicaciones bloqueadas
- Cambio de opciones o ajustes en el sistema operativo
- Instalación, solución de problemas o desinstalación de programas
- Localización y eliminación de software malicioso o virus
Cuando se soluciona un problema, se puede utilizar el Modo Seguro para iniciar el ordenador con una configuración mínima y una funcionalidad limitada. Esto puede ser útil para encontrar y aislar controladores o aplicaciones defectuosos, permitiendo así al usuario encontrar y solucionar el problema sin recurrir a una solución más compleja.
El Modo Seguro no debe utilizarse para tareas informáticas estándar, ya que su funcionalidad limitada puede hacer que ciertas aplicaciones no sean fiables o no funcionen. Para que el sistema operativo recupere sus capacidades normales, los usuarios deben reiniciar el ordenador cuando no esté en modo seguro.