El código de acceso es una medida de autenticación utilizada para garantizar que sólo los usuarios autorizados tienen acceso a un dispositivo electrónico o a información sensible. Un código de acceso suele consistir en una secuencia alfanumérica de caracteres que se utiliza para validar la identidad de uno o varios usuarios. Los códigos de acceso más comunes son los PIN, las contraseñas y los datos biométricos, como el escaneado de huellas dactilares o del iris, la autenticación por voz y el reconocimiento facial.
La finalidad de un código de acceso es proteger los datos confidenciales almacenados en un dispositivo frente a accesos no autorizados. Las contraseñas pueden utilizarse para impedir el acceso a dispositivos físicos, como ordenadores, teléfonos o tabletas, o para acceder a aplicaciones digitales o sitios web. Un código de acceso se combina a menudo con otra medida de seguridad, como la autenticación de dos factores o un módulo de seguridad de hardware, para proporcionar un nivel adicional de protección frente a agentes maliciosos.
Los códigos de acceso pueden variar en complejidad en función del tipo de seguridad requerido. La mayoría de las contraseñas tienen al menos ocho caracteres y contienen una combinación de letras, números y caracteres especiales. Para que las contraseñas sean únicas y seguras, se recomienda utilizar varias contraseñas para distintas aplicaciones.
Una contraseña débil puede ser fácilmente adivinada o descifrada por usuarios no autorizados. Para garantizar la seguridad de los datos de los usuarios, las contraseñas deben cambiarse con regularidad y no compartirse con nadie. Además, las contraseñas deben almacenarse de forma segura, como en una cámara acorazada digital cifrada o en un gestor de contraseñas.