Un bulo es un mensaje o acto fraudulento o engañoso que pretende inducir a error, engañar o manipular a la gente con un fin específico. Suele perpetrarse con la intención de obtener un beneficio personal o económico, o de causar daño, perturbación o caos. Los bulos han existido desde la aparición de Internet, y suponen amenazas significativas tanto para las personas como para las organizaciones al proporcionar información falsa o crear falsas oportunidades.
Los bulos pueden adoptar muchas formas, como correos electrónicos, mensajes de texto, sitios web, publicaciones en redes sociales e incluso objetos físicos, como folletos u otros materiales. Los bulos suelen difundirse rápida y ampliamente, lo que dificulta su detención una vez difundidos. Normalmente, los mensajes o el contenido de los bulos contienen información inexacta o engañosa que no es fácil de verificar.
Los bulos pueden tener graves implicaciones y causar diversos riesgos a quienes caen en ellos. Esto incluye pérdidas financieras, daños a la reputación o incluso daños físicos. Los bulos suelen ir dirigidos a personas o empresas vulnerables, como bancos, sistemas de pago o mercados en línea.
Los tipos más comunes de bulos incluyen estafas, phishing, malware, rumores no verificados, publicidad falsa, noticias falsas y productos falsos. Estos bulos suelen consistir en mensajes muy engañosos que contienen titulares sensacionalistas, promesas de beneficios económicos o "clickbait" con enlaces incrustados. Al crear o difundir estos bulos, los delincuentes y piratas informáticos pueden infectar el dispositivo de un usuario con software malicioso, robar información financiera o dañar su reputación.
Existen algunas estrategias para evitar ser víctima de bulos. Es importante permanecer alerta y verificar todos los mensajes o contenidos antes de responder, descargar o hacer clic en cualquier enlace. Los individuos deben investigar cualquier correo electrónico, página web o artículo de noticias antes de actuar sobre ellos y asegurarse de que proceden de una fuente legítima. Además, las organizaciones deben mantener siempre actualizados sus sistemas informáticos y las protecciones de ciberseguridad, ya que esto proporciona una capa adicional de protección contra posibles amenazas de engaño.