Un ataque basado en archivos es un tipo de ciberataque que se basa en aplicaciones de software, documentos y otros archivos maliciosos para explotar un sistema vulnerable. En un ataque basado en archivos, el atacante intenta entregar un archivo malicioso ejecutable a la víctima a través de diversos vectores, como el correo electrónico, las descargas web o las unidades USB. Cuando la víctima ejecuta el archivo malicioso, el código malicioso se instala en el sistema de la víctima, lo que permite al atacante obtener acceso remoto y comenzar a extraer información confidencial, instalar más código malicioso o realizar otras acciones maliciosas.
Los ataques basados en archivos son uno de los tipos más comunes de ciberataques, ya que los archivos maliciosos pueden ser relativamente fáciles de crear y entregar a la víctima, especialmente cuando simplemente están incrustados en documentos o páginas web de aspecto inofensivo. Los ataques basados en archivos más comunes incluyen ransomware, troyanos y rootkits. Para defenderse de este tipo de ataques, es importante que las organizaciones y los particulares se aseguren de que disponen de soluciones de ciberseguridad actualizadas y completas. Estas soluciones deben incluir software antimalware que pueda detectar y eliminar archivos maliciosos, así como la supervisión y aplicación de parches al sistema para garantizar que cualquier vulnerabilidad se soluciona con prontitud.