La Ley de Protección de Datos (LOPD) es un conjunto de normas legales del Reino Unido diseñadas para proteger los datos personales de usos no autorizados, edición, difusión o destrucción. La Ley, aprobada por el Parlamento en 1998, se aplica a cualquier organización que controle, almacene o procese datos personales.
El objetivo de la Ley de Protección de Datos es garantizar que los datos personales se manejen de forma responsable y no se utilicen para fines que las personas afectadas no esperaban. La Ley establece que las personas deben tener control sobre el uso que se hace de sus datos personales y que los responsables del tratamiento deben rendir cuentas al respecto demostrando su adhesión a los ocho principios de protección de datos. Estos principios se refieren a la exactitud de los datos, su seguridad, la equidad en su uso y el tratamiento de los mismos.
La Ley se aplica tanto a los sistemas de almacenamiento manuales como electrónicos, lo que significa que las organizaciones deben tener en cuenta cualquier dato que se almacene y procese mediante sistemas informáticos. En virtud de la Ley, las personas tienen ciertos derechos que incluyen el derecho a ser informadas sobre cómo se utilizan sus datos personales; el derecho a ver esos datos; y el derecho a que se corrijan si es necesario.
Las organizaciones deben seguir todas las normas de la Ley y demostrar que las cumplen. Esto puede hacerse a través de uno de los diversos sistemas de cumplimiento certificado que existen. El incumplimiento de la Ley puede dar lugar a la imposición de multas u otras sanciones.
La DPA se actualiza periódicamente a medida que evoluciona la tecnología y se desarrollan nuevas formas de recopilar y utilizar datos personales. Es importante que las organizaciones revisen periódicamente sus procedimientos de protección de datos para asegurarse de que cumplen la legislación.