El dígito de control es una forma de validación de datos utilizada en informática para garantizar la exactitud de los datos con cadenas parciales de números. Se realiza asignando un carácter o dígito especial a una posición concreta de la cadena de números. El dígito de control sirve para verificar que la secuencia de números está intacta y no ha sido alterada.
Un ejemplo común de dígito de control serían los números de tarjetas de crédito, que suelen incluir un código de identificación de dos o tres caracteres al final de la cadena. Este código se utiliza para validar todo el número de la tarjeta y es esencial para autentificar las transacciones con tarjeta de crédito. Sin el dígito de control correcto, el número de tarjeta no sería válido y la transacción no podría llevarse a cabo.
Otros usos del dígito de control son los números ISBN, los códigos UPC, los códigos electrónicos de producto, los números de ruta bancaria y los números de identificación emitidos por el gobierno. También es una forma fiable de garantizar la coherencia de los datos y eliminar los errores humanos.
En muchos casos, el dígito de control se asigna mediante una fórmula o algoritmo, como el algoritmo del módulo 10. El algoritmo utiliza una cadena de datos, que luego se divide en sus partes individuales. A continuación, utiliza pesos predeterminados, o "factores de multiplicación", para calcular el total de la cadena. El resultado final se divide y el resto se utiliza como dígito de control.
Como forma de validación, el dígito de control ayuda a garantizar que los datos son precisos y seguros. Su uso está muy extendido y es imprescindible para verificar la autenticidad de los datos.